domingo, 13 de diciembre de 2009

Una mirada

Rubí, marchita uno a uno
los pétalos de la coraza,
que creyendo ser inmune
lo enfrentó insensata.

Perlas, provocan la tempetad en verano;
generan el mar en el desierto;
despiertan al niño en el hombre
cuando él cae en el vacío incierto,

que siendo así, profundo,
puramente bello, lo sumerge
en la cólera, esclavizado
por aquello, simple rubí, simples perlas.

Concentracíon de hermosura,
que generan los dos diamantes,
siendo constelación preciosa,
llevan al horizonte infinito de su arte.


David Guajardo


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1 comentario:

  1. insisto!
    me gusta mucho como escribes...
    es un talento que sabes desarrollas sigue así!

    pero no te echí ramos po wn !

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