miércoles, 10 de marzo de 2010

Seguimiento

Porque hasta la aspereza de mi corazón se proclama tuya
y mis pensamientos más oscuros te buscan en el deseo nocturno.
Porque el viento de mi vientre sólo explota estando a solas
y la esencia de mi arte nace con el recuerdo de esas horas.

Porque los largos prisioneros te siguen buscando a solas,
para que sus manos satisfagan su locura.
Porque humedecidos, te buscan mis labios en la oscuridad,
esperanzados de probar una vez más tu carnosidad.

Porque inquietos, están mis ojos buscándote
en las tapas furiosas de mi bienestar.
Y te busco, sabiéndome en soledad,
y rindiéndome ante tu imagen prometedora
te encuentro, y otra vez, completas mi piel.

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David Guajardo



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